Protección solar: mitos y consejos para escoger el mejor fotoprotector y cuidar la piel

¿A quién no le gusta disfrutar de un agradable día de sol? Aunque se nos advierte constantemente de lo nocivos y agresivos que pueden ser los rayos solares, lo cierto es que tomar el sol, siempre que se haga con protección, es algo muy beneficioso. El sol ayuda a evitar enfermedades respiratorias, favorece a nuestros huesos, reduce el colesterol y estimula los neurotransmisores que controlan nuestro estado de ánimo y aumentan los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad. En definitiva, los días soleados nos ponen de buen humor.

Así, tomar el sol es una práctica que no es solo nociva sino que es altamente recomendable; 20 minutos al día de sol, además, nos ayudan a obtener la vitamina D necesaria para nuestro correcto funcionamiento . Eso sí, siempre debemos hacerlo protegiéndonos adecuadamente, algo que incumbe no sólo a nuestra piel sino también a nuestra cabeza y ojos; los sombreros y gorras y las gafas de sol, siempre cerca.

Y por supuesto, un buen fotoprotector. ¿Sabías que los expertos recomiendan usar protectores solares los 365 días del año? Aunque es con la llegada del verano cuando solemos usarlos más. ¿Estás preguntándote qué protección solar es la más adecuada para ti? ¿Sabes cómo actúan los fotoprotectores, de qué nos protegen y cuál es la mejor manera de utilizarlos? ¿Te preguntas qué tipo de FPS utilizar? Sigue leyendo, te resolvemos algunas dudas y desmentimos algunos mitos sobre la protección solar.

¿Cómo actúan los fotoprotectores y de qué nos protegen?

Las pieles altamente expuestas al sol son el target principal de los cánceres de piel, que se producen por el crecimiento anormal y descontrolado de células cutáneas que se han visto alteradas por la radiación ultravioleta.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) el sol es el principal causante del melanoma, el tipo de tumor cutáneo más peligroso y el principal responsable del 80% de muertes asociadas a este tipo de tumores malignos de la piel. A este tipo de cáncer de piel se le suman el carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células basales, la forma más frecuente de cáncer de piel y cuya incidencia ha aumentado en el último año un 10%, de acuerdo con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

El arma más eficaz contra el cáncer de piel es, así, el protector solar, ya que actúa como barrera protectora entre nuestra piel y los rayos ultravioletas (UV). ¿Sabías que existen dos tipos de radiación ultravioleta? Los UVA y los UVB. A los primeros se les asocia la aparición de arrugas, la pérdida de elasticidad en la piel y otros efectos del fotoenvejecimiento mientras que, la luz UVB, es la responsable de las quemaduras por el sol y es la que aumenta el riesgo de cáncer de piel.

¿Qué significa FPS y qué diferencia hay entre el FPS30 y el FPS50?

Las siglas FPS significan “Factor de Protección Solar” y constituyen la medida de capacidad que tiene un bloqueador solar para evitar que el sol nos dañe la piel. En palabras claras: el número de FPS nos indica cuánto tiempo podemos permanecer afuera, expuestos al sol, utilizando protección solar. A la hora de elegir qué FPS utilizar, no obstante, tendremos que tener en cuenta diferentes factores, relacionados no sólo con el tiempo de exposición solar, sino también con nuestro tipo de piel.

Las autoridades sanitarias recomiendan usar FPS de al menos 30, si bien resulta curioso que las diferencias entre factores altos y factores muy altos no es especialmente significante. Los FPS15 bloquean aproximadamente un 93% de los rayos solares, mientras que los FPS30 lo hace en un 97% y los FPS50 consiguen un 98% de eficacia. Aunque a priori la diferencia entre factores puede resultar insignificante, a la práctica no lo es; eso sí, nos ayuda a saber si podemos estar más o menos tiempo expuestos al sol sin riesgos.

Descifra la etiqueta de tu protección solar: ¿qué tener en cuenta?

No sólo debemos fijarnos en el FPS, a la hora de escoger una crema solar podemos valorar otros aspectos:

●     Protección UVA. Es importante ver si el símbolo aparece rodeado por un círculo, pues esto nos indica que cumple la recomendación europea.

●     Protección infrarroja (IR). Contienen antioxidantes y reflectores de la luz que protegen de estos rayos; muy recomendables para pieles sensibles.

●     Tecnología Full-light. Protege tanto de los UVA y los UVB como de los infrarrojos.

●     Water-resistant. Nos garantizan que tras inmersiones de unos 40 minutos aún quede un 70% del valor del FPS.

●     Sweatproof y rubproof. Valores a tener en cuenta especialmente por los deportistas, ya que nos indica que son protectores resistentes tanto al sudor como al roce (por ejemplo, de neoprenos).

●     Protectores con otros activos. Los hay con aceleradores del bronceado, que suelen incluir tirosina (favorece la fabricación de melanina), y también los que incluyen sustancias antioxidantes, nutritivas y aclarantes, especialmente indicados para pieles maduras.

Y una vez hayamos elegido qué fotoprotector utilizar deberemos usarlo correctamente. Parece algo baladí, pero realmente es la clave del asunto: los filtros solares deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol para que todos los ingredientes sean absorbidos por la piel. Además, hay que renovar la protección cada cierto tiempo: ningún FPS, independientemente de su capacidad, continúa siendo eficaz sin reaplicarse cada dos horas.

Algunos mitos sobre los protectores solares

Si hace frío o está nublado no hay que usar protección solar”. La mayor mentira y una en la que, con más frecuencia, solemos caer. La disminución de la sensación térmica (por frío, por viento) y la aparición de nubes nos suele engañar y el sol sigue ahí, causando estragos. De hecho, hasta el 40% de la radiación ultravioleta llega a la tierra en un día completamente nublado.

La protección pantalla total no existe”. Es cierto, no hay lugar para una pantalla total. La expresión no está permitida, pues ningún fotoprotector bloquea el 100% de los rayos solares.

Hay que tirar la crema solar si ha pasado un año”. No es necesario. Si bien la caducidad de la crema solar está ligada a la eficacia de su protección y pasado un año puede reducirse, podemos utilizarla como crema hidratante y también cuando nuestra piel está muy morena.

Si estamos bajo la sombrilla no hace falta ponernos crema”. Otra gran mentira, los rayos siguen penetrando un 35% bajo el paraguas de sol.

Fuentes:

AECC https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/cancer-piel

cancerdepiel.org https://cancerdepiel.org/prevencion/proteccion-solar/protector-solar-acerca-del-protector-solar

Saber Vivir https://www.sabervivirtv.com/dermatologia/como-leer-etiqueta-protector-solar_1446

Blog de ISDIN https://www.isdin.com/blog/fotoprotectores-isdin-respondemos-a-tus-preguntas/

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